En el año 2000 y tras 10 años de intenso trabajo de investigación en el campo, herbarios y bibliotecas, se terminó la Guía de los árboles y arbustos del Norte de África, de Jesús Charco, publicada en 2001 por la Dirección General de Relaciones Culturales y Científicas, de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). El proyecto se dedicó a las especies más importantes para la conservación de la biodiversidad y la lucha contra la desertificación en el N de África: los árboles y arbustos autóctonos, enriquecedores del paisaje, creadores y protectores de suelo y humedad, refugios de fauna.
A finales del siglo XX la información disponible para realizar ese libro era escasa pues las principales obras botánicas de referencia de la región, como el Catalogue des plantes du Maroc, Nouvelle flore de l’Algérie…, Flore de la Tunisie, Flora of Libya, Flore de Mauritanie y Flore et végétation du Sahara, ofrecían una información bastante breve y con frecuencia una taxonomía obsoleta, pero, aun así, fueron la principal base de referencia. La monumental obra de René Maire, Flore de l’Afrique du Nord, se convirtió en una inmejorable aliada, pero lamentablemente, por inacabada, no siempre pudo usarse. Sin embargo, con los datos de estas magníficas obras, de otras publicaciones, revisión de pliegos de herbario y, sobre todo, con muchas salidas de campo, se fue completando poco a poco. El objetivo era crear un libro moderno, atractivo, con amplias descripciones, mapas y fotos en color de todas las especies.
El resultado fue un libro con 580 especies tratadas en 671 páginas, una síntesis sobre el conocimiento de entonces de todos los árboles, arbustos y lianas leñosas autóctonos del N de África, con vocación de guía de campo. Incluía claves dicotómicas, taxonomía actualizada, amplias descripciones morfológicas de las especies, información sobre los periodos de floración y fructificación, mapas de distribución de todas las especies y una cuidada selección de 700 fotografías, por lo general tomadas por el propio autor en el campo, es decir, que casi todas las especies fueron observadas, medidas y fotografiadas en plena naturaleza. De varias de las especies descritas no existían testimonios fotográficos anteriores, por lo que muchas de las imágenes que aparecieron aquí fueron especialmente valiosas. Este libro acercaba a los técnicos, los gestores o los estudiantes al mundo de los especialistas, lo que le trasmitía un especial valor y atractivo. Por todo, ello varias universidades españolas lo incluyeron como obra de referencia en sus planes de estudio. El libro tuvo un considerable éxito y se agotó en apenas un año.